lunes, 13 de abril de 2009

MOMENTOS HISTORICOS

Una mirada sobre la última Asamblea General de Socios
PORTELL TE CREO: 53,14 %
PORTELL NO TE CREO: 44,33%

En una votación netamente política, el oficialismo logró que la Asamblea Anual de Socios aprobara el balance correspondiente al ejercicio 2007/08, con 211 votos a favor, 176 en contra y 10 abstenciones. El resultado de la votación, realizada de manera “Nominal”, es inobjetable. Aunque ajustada, fue una gran victoria para Portell, si se la compara con el empate técnico que le permitió continuar en la presidencia del Club.


A pesar de que debían “madrugar” un domingo, alrededor de 400 socios concurrieron a la Sede para asistir a la Asamblea. Convocada a las 8, recién pudo comenzar una hora después y desde el primer minuto la rivalidad entre los sectores le imprimió tensión a su desarrollo.

Pasadas las 9 el presidente Carlos Portell abrió la Asamblea con un breve discurso en el que, como era de esperar, habló maravillas de sí mismo. Luego tomó la palabra el tesorero Raúl Coler y a continuación comenzó lo que pretendió ser un debate en torno al balance correspondiente al ejercicio 2007/08 que, presentado originalmente en noviembre último, tenía un superávit de 24 millones de pesos, pero ahora era sólo de 19. Además, no fue aprobado por la totalidad de la Comisión Revisora de Cuentas y uno de sus miembros realizó un informe en disidencia.

No fue fácil para los socios disconformes hacer uso de la palabra, porque apenas sus consideraciones tomaban un carácter incisivo, no vacilaban en cortarles el micrófono. Mejor suerte tuvo un ex miembro de la CD, quien alejándose por completo de los temas contemplados en la Orden del Día, aprovechó la oportunidad para hacer un alegato político y hasta proclamó una candidatura. Esto generó todo tipo de abucheos y silbidos, hasta que otro socio solicitó que se procediera directamente a la votación para aprobar o no el balance.

Acto seguido el presidente de la Unión Banfileña, Eduardo Spinosa, tomó el micrófono. El esperado momento de escuchar al líder de la oposición más enconada, había llegado. En la mesa de la presidencia se prepararon para asimilar el golpe, y para ello pusieron sus peores caras, a tal punto que hicieron recordar a “los Gordos” de la CGT. Pero Espinosa no se amilanó y a pesar de que le cortaron el audio apenas comenzó, con su mejor cara de bueno les dijo:

- Hagamos otro presupuesto. Abran las puertas y hagámoslo juntos…

Hay que valorar la voluntad de Spinosa para plantarse frente a esas caripelas, pero lo suyo resultó por tener gusto a poco y si en el recinto había socios indecisos, seguramente no pudo convencerlos de llevarlos para su lado a la hora de sufragar.

Así concluyó el “riquísimo debate” del que habla el comunicado de nuestra Honorable Comisión Directiva.

La votación se efectuó de modo “Nominal”, es decir que cada socio presente emitió su voto de manera “cantada”. Con los dos libros de asistencia, el Inspector de la ING (Inspección General de Justicia) – que fiscalizó la Asamblea –durante una hora, micrófono en mano, llamó a cada socio por su nombre y les consultó individualmente cual era su posición ante el Balance. Antes de responder, los votantes debieron decir su número de asociado, lo cual era chequeado por el Inspector.

Por lo poco que se pudo escuchar en la Asamblea, fue evidente que sólo un puñado de dirigentes y allegados a éstos, conocían de manera pormenorizada los detalles del balance en cuestión, y pudo votar con un sustento teórico. El resto (oficialistas y opositores) sufragó políticamente, y basó su voto en función de la credibilidad que le merece la gestión del presidente Carlos Portell.

El resultado fue festejado como si fuera un gol de Cvitanich a Lanús por los hombres de Portell. Inmediatamente comenzaron a cantar un redundante y obvio “Sooooooooy de Banfield” (todos los presentes eran “de Banfield”), pero fue breve e interrumpido por unos pocos que gritaban “unidad, unidad!”. Allí Spinosa padeció una agresión verbal de parte de un portellista, quien lo incriminó a la vista de todos. Inmediatamente fue interceptado por personas de la oposición y cuando parecía que la situación se agravaba, primó la cordura gracias a la intervención de varios socios. Curiosamente, el agresor luego se sentó junto a un ex presidente.

Además de este episodio, sólo hubo que lamentar la conducta antidemocrática de un puñado de hinchas que se ubicó junto a la entrada de los baños. Con una actitud más propia de barrabravas que de socios que concurren a una Asamblea Anual de una asociación civil sin fines de lucro, se dedicaron a insultar a quienes hacían uso de la palabra para expresar su desacuerdo con la gestión de Carlos Portell. Gritos como “ortiva” y recriminaciones tales como “jueguen para Banfield” (¿?), no lograron impresionar a los opositores, quienes emitieron sus votos sin dificultades. Vale la aclaración de que todos estos exaltados individuos también eran socios genuinos del club, y que emitieron su voto de la misma forma que todos los presentes, cuando les fue requerido por el inspector de justicia.

Luego de solicitarle a “quienes administran” que la próxima vez entreguen en tiempo y forma los balances, el inspector de Justicia cerró la Asamblea, poniendo punto final a lo que el comunicado posterior de nuestra Honorable Comisión Directiva describe como “otro acto ejemplar de democracia”.

A pesar del inobjetable fracaso en pretender desaprobar este balance, haber alcanzado el 43 por ciento de los votos no deja de ser para la Unión Banfileña otra buena elección, aunque entre los que se inclinaron por la desaprobación también había gente del Tradicionalismo disidente y socios no identificados con alguna agrupación en particular. El militante y/o vocero portellista podrá afirmar que el sector de Spinosa sufrió su tercera derrota consecutiva, pero lo cierto es que Portell logró otro ajustado triunfo, y los 35 votos de diferencia representan para él toda una gran victoria si se lo compara con el empate técnico que le permitió continuar en la presidencia del Club.

La votación del presupuesto de fútbol 2008/09
El oficialismo instruyó a su tropa, que actuó con solvencia. Por momentos se vivieron situaciones que parecían premeditadas. Fue, por ejemplo, el caso de un socio que apenas consumada la aprobación del balance, pidió la palabra. Sin perder un solo segundo le suministraron el micrófono, y así presentó la moción de que la misma votación efectuada para el balance se utilizara para el presupuesto de futbol. Lo que este socio pretendía era que no se volviera a votar y que el presupuesto fuera aprobado automáticamente. Pero no fue necesario un debate sobre este punto, porque el propio Spinosa propuso su aprobación, debido a que ya fue presentado en AFA y que en 90 días comienza una nueva temporada.